Los Quimbaya
- Laura Melissa Lozano Frascica
- 16 jun 2015
- 8 Min. de lectura
Por medio del siguiente texto se mostrara la ubicación de estos grupos humanos Quimbaya y los métodos de fabricación de piezas orfebres y cerámicas, características de sus patrones cotidianos y expresión de una identidad asociada al territorio, también se explicará los modos de enterramiento de estos grupos, sustentado con informes realizados en el complejos arqueológico Quimbaya, junto con una comparación de sellos cerámicos entre los grupos humanos Tumaco- La tolita, Quimbaya- Calima y Tairona- Sinú y sus diseños en los sellos cerámicos relacionados con sus creencias, sus relaciones endogámicas y exogámicas.
Estos grupos humanos se ubican en lo que actualmente comprende los departamentos denominamos: Caldas, Risaralda, Quindío, el sur de Antioquia y Norte del Valle del cauca, en donde aprovecharon la diversidad de climas, ya que, se extendían desde “las vertientes occidentales de la Cordillera central que descienden al río Cauca, en el sector encerrado al sur por la quebrada de los Micos, y el río Guacayca al norte (Clerc de Cuenca, 1991,39; Uribe, 2008,92; Duque,1972, 70). El río Cauca constituía en límite natural por el occidente, mientras que el alta Cordillera Central formaba el límite oriental.
El territorio Quimbaya se sitúa entre los 4 y 5 grados al norte de la línea ecuatorial. Su superficie total es de unos 5.000 kilómetros cuadrados y constituye actualmente una de las regiones más densamente pobladas de Colombia, abarcando los municipios de Manizales, Villamaría, Palestina, Chinchiná, Santa Rosa, Marsella, Pereira, Armenia, Tebaida, Calarcá, Circasia, Salento, Montenegro, Pijao, Génova y Quimbaya, todos situados en el actual departamento de Caldas; y los municipios de Cartago y Obando, en el departamento del Valle del Cauca(Friede, 1978, 13). Por la gran extensión de territorio que ocupa, no es posible hablar de un solo grupo humano, sino de una serie de grupos que comparte un estilo en la fabricación de objetos cerámicos y orfebres, por la calidad y el detalle de las piezas.
Esto genero una difusión en el territorio e hizo que estos grupos humanos tuvieran sistemas de intercambio, tal como se puede deducir después de la lectura de informes arqueológicos realizados en la zona, en la cual se encuentra el estilo Quimbaya.(Restrepo, 1892; Clerc de Cuenca, 1991; Rodríguez y Rodríguez. 1998) en un periodo temprano, datado aproximadamente entre el 500 a.c y el 600 d.c (Uribe²,2005, 64) y un periodo tardío comprendido desde el 600 d.c y el 1400d.c (Rodríguez y Rodríguez, 1998) en la cual se conoce un manejo de arcilla de estilo Marrón Inciso, en donde son múltiples los elementos estilísticos e iconográficos compartidos por la cerámica Marrón Inciso y la orfebrería Quimbaya clásica. “Entre ellos se destacan el realismo y el énfasis en el volumen; la preponderancia de las formas femeninas y de frutos; la redondez, el hieratismo, la desnudez, los rostros triangulares con ojos semi cerrados, la pintura facial de líneas que atraviesan longitudinalmente el rostro y muchos otros rasgos de la representación humana, así como el gusto por las superficies lisas y brillantes (Bruhns, 1970; Plazas y Uribe, 1999). A estos vínculos puede agregarse un elemento funcional: tanto recipientes de cerámica como de orfebrería fueron empleados como urnas para guardar las cenizas de los muertos (Restrepo y Arias, 1892; Sánchez Garrido, 1994; Santos 1998).

Mapa 1.Localización general de los grupos humanos en el territorio y su incidencia en el. (Uribe Villegas, María Alicia. Catálogo del museo del oro. Banco de la república. 2008. pp.94)

Mapa 2.Territorio Quimbaya y su relación con el agua como un recurso esencial para el desarrollo de sus actividades. . (Museo Arqueológico. Catálogo del museo Arqueológico. Pp.70)
Es claro que ambas manifestaciones materiales expresan cánones culturales comunes y símbolos compartidos que indican su elaboración por los mismo grupos” (Uribe², 2005, 65) los cuales están vinculados por el mismo estilo cerámico, que se puede observar en los sitios funerarios encontrados y documentados por Carlos Armando Rodriguez y José Vincente Rodriguez, en un informe del sitio arqueológico de Dardanelo, Municipio de Obando, departamento del Valle del Cauca, en donde “tuvieron un patrón de enterramiento que seguramente no fue modificado sustancialmente durante unos 750 años, en el periodo comprendido entre el 650 y 1400 d.c.
Este patrón se caracterizó por la utilización de colinas suaves de la denominada Formación Zarzal, donde en sus partes más bajas, en espacios rituales fuera de las viviendas, enterraban a sus muertosde acuerdo a su status social en tumbas de pozo con cámara lateral, a algunas de las cuales les construían también nichos especiales” (Rodríguez y Rodríguez, 1998, 108) “de acuerdo a la posición social que el individuo había alcanzado en vida, los ajuares funerarios podían ser relativamente numerosos y estaban compuestos fundamentalmente por objetos cerámicos ( vasijas, figuras antropomorfas, morteros y volantes de huso) de piedra, hueso y metal” (Rodríguez y Rodríguez, 1998,108)
Este tipo de elementos cerámicos que se encontraron dentro de los recintos funerarios contaban con incisiones y grabados cromados en negros y marrones, además destaca que los ajuares funerarios con los que los enterraban dependiendo de su status social está compuesto por objetos cerámicos entre enteros y fragmentados, corresponden a: ollas, copas, cuencos, ollas-cuencos, cántaros, botellones, platos y volantes de huso. Es posible pensar que los sellos cerámicos podrían ser parte de los entierros de estos grupos humanos.A partir de esto es necesario examinar si existe un registro de sellos en la cultura Quimbaya y si es posible compararlos con otros grupos humanos que los hayan fabricado, es por esto que se recurre al informa arqueológico realizado por la facultad de antropología de la Universidad Javeriana, realizado en regiones de Colombia, como lo son las áreas Tairona (Sierra Nevada de Santa Marta) y Sinú, el limite colombo-ecuatorial o zona Tumaco- la Tolita en comparación con el complejo arqueológico Quimbaya-Calima, en los cuales se realiza una clasificación de la colección total de sellos estudio (299 sellos) por su forma (Clerc de Cuenca, 1991) en la zona Quimbaya- Calima se encontraron 32 sellos de los cuales 24 cilíndricos: 17 tubulares y 7 macizos lo que equivale al 75% en comparación con 8 sellos planos rectangulares que respaldan el 25% restante. En el sector Tumaco- La Tolita se encuentran 65 sellos de los cuales 11 son ovoides y 29 cilíndricos de los cuales, 27 son tubulares y 2 macizos, que equivalen a 54% que en comparación del 46% los cuales son 25 sellos planos que se dividen en 13 circulares, 5 cuadrados, 3 rectangulares y 4 irregulares. Por lo que se puede concluir, que los sellos ovoides no se encuentran sino en la zona arqueológica Tumaco- La Tolita. En el sector Jama- Coaque se encuentran 202, de los cuales 121 son cilíndricos divididos en 57 tubulares y 64 macizos que representa el 60% de los elementos analizados y el 40% son sellos planos (81) los cuales se dividen en 14 circulares, 2 cuadrados, 20 rectangulares y 45 irregulares. Tomando el total de los tres diferentes sellos: Cilíndricos, planos, ovoides o sea 65; el porcentaje de sellos ovoides es de 17% y entre los sellos planos hay dos dobles, que consisten en dos sellos unidos por un mango. Además, en la zona arqueológica Quimbaya, todos los sellos planos examinados son rectangulares, ninguno circular al contrario, en el área Tumaco, la mitad de los sellos planos son circulares. Pero, una observación clara es que existen tres veces más sellos cilíndricos que planos, mientras que en los Tumaco, hay el mismo número de planos y cilíndricos (Clerc de Cuenca, 1991) en comparación con el sello elegido para trabajar, este se caracteriza por ser, un sello cilíndrico (imagen 1) el cual, cuenta con una perforación longitudinal, que permite maniobrar con mayor facilidad el objeto, logrando hacer más eficiente para los fines de uso.

Sin embargo los motivos con los que tallaron el objeto son formas básicas geométricas, que pueden ser interpretaciones geométricas de animales, los cuales representan parte de su cosmogonía, y la marca que deja un cacique dentro de un periodo temporal y la forma de su liderazgo. Este sello en particular es de una época tardía relacionada con el desarrollo de este grupo humano. (Clerc de Cuenca, 1991) Las representaciones puramente geométricas, sin aporte de temas naturalistas, son las más numerosas: triángulos, rombos, círculos, puntos, líneas curvas, paralelas, escaleras, espirales. Es de suponer que ciertos diseños geométricos son abstracciones de formas de la naturaleza, transformadas gracias a la imaginación, la iluminación, delirios oníricos, los efectos de los alucinógenos.
Esto se relaciona (Duque, 1963) con un doble carácter, ceremonial y utilitario, llegó a constituir factor importantísimo en la vida indígena, a juzgar por la gran abundancia en que se fabricó y por la diversidad de técnicas, formas y decoración. (Uribe, 2008) con frecuencia lo material es entendido como el mundo tangible, inanimado y pasivo que nos rodea, mientras la cultura se asocia con las costumbres, rituales, valores e instituciones. Pero esta separación es inadecuada, pues, como enfatizan diversas corrientes teóricas recientes, los artefactos participan activamente en la construcción y transformación de las identidades, las relaciones y las instituciones sociales, la materialidad es un componente esencial y necesario de ellas. Así es posible que se complementen y muestren la esencia de sus prácticas y las razones por las cuales las realizan, no solo en la escogencia de sus deidades, sino en la forma en los que estos se vuelven parte importante de la expresión de esta comunidad en la práctica de las técnicas.
Concluyendo así, que los Quimbaya tenían un desarrollo tecnológico, que se expresa por el lenguaje que decora los elementos cerámicos y orfebres, haciendo que este estilo sea apropiado por una gran cantidad de grupos humanos que se encontraban en lo que actualmente es la zona arqueológica Quimbaya.
Bibliografía
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Friede, Juan. Los Quimbaya bajo la dominación española estudio documental (1539-1810), Carlos Valencia Editores, 1978
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Gamboa Hinestrosa, Pablo. El tesoro de los Quimbayas, un siglo después. Instituto de investigación estética, facultad de artes de la universidad nacional de Colombia. Bogotá. Consultado el 20 de mayo de 2015: http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/ensayo/article/viewFile/46710/48083
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